¿Qué nos deja el Candelabrum Metal Fest 2022?
Pasada la euforia de día y medio de puro metal en sus diferentes propuestas, finalmente hacemos el post mortem de uno de los festivales más llamativos de este 2022 dentro de su segmento musical.
Es de reconocer que en ambos días, la apuesta por bandas mexicanas siempre estuvo presente. No está mal que se le de apoyo a ciertas bandas, pero pareciera que solo existen las mismas que suelen estar en los grandes eventos.
Afortunadamente, esto no fue así y gracias a ello, los asistentes pudieron disfrutar de actos poderosos como Infernal Conjuration y Piraña, o blasfemos como Mordskog e incluso, nostálgicos como Dies Irae, quienes dejaron a un lado sus proyectos alternos y en tan solo media hora, lograron transportar a una época entrañable del metal en México. Creo que a más de uno nos hubiera gustado que el set de las bandas mexicanas fuera de por lo menos 45 minutos y no de 30.
De igual forma, y lo platicábamos en una nota del primer día, el venue para este concierto fue por demás adecuado. Se agradece a la organización un lugar con una enorme carpa que permitió a todos los asistentes disfrutar de un gran evento sin sufrir de las inclemencias del clima leonés.
Una de las cosas que también hay que agradecer es la conjunción que se logró en temas Organización-Gobierno, ya que en todo momento se sintió un evento seguro para los asistentes. Por todos lados se vio personal de seguridad fácilmente identificable con sus Polos rojas, así como a gente de Protección Civil, además de que las fuerzas del orden siempre estuvieron afuera del recinto, respetando en todo momento lo que pasaba al interior pero cuidando lo que sucedía cuando la gente salió del evento.
Y es que en todo festival, la logística cumple un papel fundamental y eso creo radica el éxito de un festival como Candelabrum. El timming que se ejecutó, permitió que todas las bandas tocaran el tiempo pactado, respetando el tiempo de montaje para el grupo siguiente.
A nuestro parecer, el sonido fue mejor que el día anterior, se escuchaba mucho más contundente pero sin ser ensordecedor y eso ayudó mucho a que los asistentes disfrutaran de una buena acústica independientemente de la zona en donde se encontraran.
Hemos leído en varios blogs que muchos se quejan de que fue un evento con poca gente y la verdad es que sí, pero eso es parte de generar confianza en la audiencia y está primera edición cumplió con todas las expectativas y para muchos, -nos incluimos- fueron superadas.
Ha sido una constante que varios organizadores sin escrúpulos vean solo la parte de negocio y se olvidan de la gente que pone su dinero en estos eventos. Creemos que Candelabrum no solo apostó por un negocio sustentable económicamente hablando con bandas de todos los calibres, sino que ofreció las amenidades suficientes para ser un evento que se recuerde y que genere esa necesidad e haber “estado ahí”.
De hecho, mucha gente comenzó a expresar su lástima de no haber asistido a esta primera edición, de manera que la organización puso una vara muy alta para la edición 2023.
Hablar de las bandas que se presentaron en el segundo día fue también un mix perfecto de ese metal que si bien no es tan conocido como lo que hizo Midnight, tuvo como contrapeso esas leyendas como Candlemass u Over Kill que dejaron más que satisfechos a los asistentes. Moonspell demostrando el oficio que tienen y más Fernando Ribeiro, su vocalista, al manejar al público para acabar su set en un éxtasis total.
Como en todo, hubieron detalles que fácilmente pueden ser corregidos y que no representan un riesgo para la ejecución del festival, de lo contrario, lo mencionaríamos aquí.
Por ello, nosotros creemos que la balanza de lo positivo cuenta con un peso poderoso que lleve a todos esos incrédulos que no asistieron, a contemplar una visita al Bajío para el siguiente año en este Candelabrum, uno de los festivales que se convertirá en uno de los más sonados no solo de la región, sino a nivel nacional.
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