¿Qué pasó realmente en el Hell and Heaven?
Ya pasó la euforia de tres dias de puro rock y metal. Con la cabeza fría, podemos hablar más detalladamente de lo que para muchos fue eso, vivir el cielo y el infierno en un fin de semana.
Es innegable que su carta fuerte del festival fueron las bandas. Y es que reunir a tanta leyenda en tan en tan solo tres días fue digno de admirarse.
Judas, Scorpions, Mercyful Fate, Kiss, Slipknot, Ánthrax y este tributo a Pantera fue algo digno de cualquier festival de renombre , aunque a muchos les duela reconocerlo.
El festival sabía qué nombres también como Slipknot, Arch Enemy, Epica, Behemoth entre otros, daba un respaldo notable con la finalidad de hacer una pospuesta sumamente variada.
Asimismo, sorprendió ver a grupos como Candlebox o Soul Asylum, quienes arrancaron la nostalgia de miles de asistentes que se congregaron a ver a un Kevin Martin y David Pirner hacer sonar éxitos como Far Behind y Runaway Train respectivamente.
Bajo esta premisa, fue que se concretó la llegada de Ska-P y Panteón Rococo al festival ante el asombro de los Metalheads, quienes expresaron su opinión -tanto buena y mala- en las redes sociales. Al final, eso fue una de las grandes cosas que aportó el festival: la amplia cantidad de géneros permitió que los asistentes tuvieran la posibilidad de escoger la banda de su preferencia.
Pero aquí entramos en un conflicto. Si bien agradecemos esa pluralidad, la cantidad de bandas para un solo día provocó que se empalmaran varios actos. Poniendo en aprietos a los asistentes par decidir a quién ver. Creemos que 5 escenarios fue demasiado y no se atendió al 100% a cada uno.
Obviamente, los escenarios principales (Hell, Heaven y Modelo Stage) recibieron una atención notable en materia de audio (aunque aún así tuvieron fallas en actos importantes).
Esto no se extendió a escenarios como el Trve Metal Stage, donde prácticamente en los tres días se sufrió con el tema del audio. Mortuus de Marduk reclamando por el fallo en el micro, la cara de desconcierto de Kampfar en algunas ocasiones, aunque lo más grave -que nosotros vimos- fue con Possessed. La gran mayoría de su acto fue afectado por problemas con el audio, dando lugar a que no se escuchara todos los instrumentos como debía de ser.
A veces solo se escuchaba solo la batería, a veces solo la guitarra, a veces solo la voz… Aún así, Jeff Becerra continuó su performance con todo el profesionalismo, haciendo lo posible por rescatar una noche para olvidar.
Otros de los puntos que también tienen que mejorar es el tema de los puestos de comida. Y es que muchos perdieron hasta una hora para poder comprar algo de comer, quedándose sin ver a alguna banda de su preferencia. Si bien algunos locales atendían de manera casi inmediata, hubo algunos otros -sobre todo los que se encontraban del lado del TrveMetal Stage- que no podían darse abasto con la cantidad de gente que se formó para buscar algo de comer.
Y hablando de los diferentes Stage, creemos que el New Blood Stage estuvo demasiado alejado de la acción, puesto que los asistentes la pensaban dos veces para ir a ver las nuevas propuestas, quienes no gozaron realmente del público que ellos esperaban y de los 50-60 mil personas que coparon cada uno de los días, estas bandas apenas se presentaron ante unos cientos nada más.
Sabemos que organizar un festival de este nivel no es cualquier cosa y todo está sujeto a un tema de mejora constante.
Ya se viene una edición 2023 en la que esperamos que detalles fundamentales como el audio, se cuiden en extremo para ofrecer una experiencia única y que ahora si, el Hell and Heaven se convierta en el festival más importante del país.
Texto: @JGaytanC
Fotos y videos:
@headbangingmx ¿Te perdiste el #hellandheaven2022 ? Te dejamos una prueba de la energía que se vivió el pasado fin de semana! @hellandheavenopenair #hellandheaven #metal #festival #metalfamily #metalerosentiktok #music #metalerosfromhell #parati #fyp
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