Candelabrum Metal Fest hace arder la llama
Bandas como Dismember, Exodus y clásicos como Picture o Gates of Ishtar, fueron parte de este Candelabrum.
El festival del Bajío Candelabrum Metal Fest concretó hace un par de semanas su tercera concepción consecutiva, consolidándose como un festival serio y con aportes necsarios para considerarse único en su género.
Desde su primera edición, los organizadores decidieron que traerían a bandas poco convencionales y que causaron un revuelo importante en su momento pero, que a las luces del “Metal visible”, son conocidas solamente por algunos.
Más allá de parecer una propuesta arriesgada para un promotor (porque no olvidemos que un festival, concierto recital o lo que sea es un negocio) ese es precisamente la flama que mantiene vivo al Candelabrum: el escuchar y ver a leyendas escondidas del género sin viajar fuera de México. De ahí que la curaduría selecta que hace la organización, permita que muchos asistentes compren entradas sin saber a ciencia cierta que bandas se presentarán.
Y es que no olvidemos que Candelabrum es un festival para gente de mente abierta y amantes trves del Metal. Muchos no sabíamso de la existencia de varias bandas y sus actos fueron una sorpresa para muchos, de ahí que se aventuraron a conseguir su material o bien, reproducir su material en las diferentes plataformas de streaming.
Hay que mencionar que a partir del Candelabrum, muchas bandas conocieron lo que es el ambiente mexicano y concretaron presentaciones posteriores como fue el caso de los suecos de Tribulation, de Midnight, etc. En esta edición, no dudamos que bandas como Hellripper o Cruel Force, sean de los que regresen para presentaciones propias con un éxito considerable.
Realmente ¿cómo fue esta tercera ejecución del Candelabrum?
Destaca como siempre la ubicación. La Velaria no podía ser el mejor lugar para un evento con estas características. Su amplitud y su enorme carpa permite disfrutar de un concierto al aire libre pero que en todo momento apoya al espectador con la bendecida sombra que permite resguardarse del inclemente sol leonés.
De manera inicial, nos llamó mucho la atención que cuando llegamos había el respectivo arco que nos daba la bienvenida al festival, pero cuando salimos el primer día, simplemente ya no estaba.
Uno de los ENORMES ACIERTOS (sí, con mayúscula) es la impecable logística que ha desarrollado la organización para que las bandas salgan en tiempo y forma. Tal y como se anunció en los horarios. Este tipo de acciones denotan una mayor profesionalización de los técnicos que han armado una maquinaria que permitió que todas las bandas salieran en tiempo y forma. Eso deja en claro que sí se puede tener un respeto por las bandas y por el público.
De igual forma, tanto público general como el lado VIP tuvieron la oportunidad de convivir con muchas bandas que decidieron mezclarse entre los asistentes, tomarse fotos y disfrutar de las presentaciones de los grupos, a diferencia de otros festivales donde esto sólo sucede en el ala VIP.
Asimismo, el rubro de las bebidas se mantuvo funcionando al 100%, sin desabasto y con precios que habitualmente se encuentran en otro tipo de eventos musicales. Cabe señalar que la oferta gastronómica es uno de los puntos de mejora constante. Las porciones en algunos casos (como los quesachiles) no correspondían con los 170 pesos que tenías que pagar y en otros casos, no había la opción de pago con tarjeta, como sí lo eran todos los stands de bebidas.
Visibilidad y viento
Otra de las cosas que se puede mejorar es la visibilidad de las pantallas, que en ambos días se veía entorpecidas por varias slingas con varios metros de envergadura que ayudaban a dar soporte a las pantallas, cosa que en otros festivales (sobre todo a nivel internacional) no sucede. Y es que Candelabrum ya está completamente en esas ligas, de ahí esta observación.
Y es que no se duda que esta situación sea completamente por un tema de seguridad ante el viento que de repente se dejaba sentir en la Velaria, ya que -pese a que era una lona ranurada para permitir el paso del Dios Ehécatl- en varias ocasiones se tuvo que bajar para evitar contratiempos y esto se vio reflejado también en las lonas de las mismas bandas.
Otro de los puntos que habla mucho del respeto de la organización hacia la gente son los baños. Cuando entras a un baño limpio, con papel y con jabón para manos sabes que están en un festival que se esmera en el detalle, además de que la presencia de Protección Civil, Ambulancia y Policía Municipal son de los detalles que te hacen sentir seguro en un ambiente con miles de personas.
Sonido Inmejorable
Para esta ocasión, se notó un aprendizaje de los técnicos de la consola que lograron un sonido contundente y potente durante los dos días. No importaba la nacionalidad, ni la jerarquía; los técnicos hicieron sonar muy bien a todos los instrumentos eléctricos y vocales. Se nota de forma radical que se rodearon de gente que entiende el género y sabe cómo transmitir su sonido a las masas
¿Y las bandas? La curaduría te dejaba saber que bandas como Terrorizer, Picture, Pagan Altar, el set dedicado a Pungent Stench, Tulus, Archgoat o los islandeses Solstafir, por mencionar algunos, iban a dejar todo en el escenario por lo que el aplauso mexicano los retribuyó con creces.
Candelabrum Metal Fest ha logrado en tres años lo que muchos no lo han hecho en varios más: crear COMUNIDAD entre los metaleros más dispares, que saben que esperar de un festival en una ciudad que no importando las creencias de la administración en turno, logró abrirse a un género y con ello; mostrar también que las vialidades, oferta gastronómica, hotelera y sobre todo, su gente; están perfectamente en condiciones de recibir a miles de fanáticos para disfrutar de uno de los festivales consentidos por los metaleros mexicanos que -esperemos- sea por muchos años más.
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