DOGMA clausura su ritual latinoamericano con un electrizante show en el Circo Volador

El pasado fin de semana, el Circo Volador de la Ciudad de México se convirtió en el templo profano del metal cuando DOGMA, la banda de monjas blasfemas, regresó a tierras mexicanas para cerrar con broche de oro su gira latinoamericana. Lo que inicialmente seria en el lobby del recinto, terminó por explotar en el anfiteatro principal ante una audiencia completamente entregada.

Desde que las luces se apagaron, DOGMA desplegó su teatral y poderosa propuesta escénica, un aquelarre sonoro que mezcla lo sacro y lo profano en un acto de liberación colectiva. Vestidas con su ya característico atuendo de monjas satánicas, cada una de las músicas ejecutó con precisión y pasión un repertorio que incluyó temas clásicos de la banda, su más reciente sencillo “Banned”, y un explosivo medley que rindió homenaje a titanes del metal como Iron Maiden y Metallica, todo con el sello oscuro y envolvente de DOGMA.

La energía no decayó en ningún momento. Las guitarras rugieron en múltiples solos, mientras el poderoso solo de batería desató el headbanging más intenso de la noche. Y cuando llegó el turno del ya emblemático cover de “Like a Prayer” de Madonna, el público respondió cantando al unísono, transformando el recinto en un coro apóstata de fervor metálico.

Con un encore, las integrantes regresaron para despedirse, sellando así una noche que fue más allá de un concierto: fue un ritual.

El merchandising del evento no se quedó atrás. Desde parches hasta banderas, cada artículo estaba diseñado con detalle para los fieles seguidores de este culto musical. Al final del show, la guitarrista Rusalka convivió con fans, firmando autógrafos y tomándose fotos con quienes resistieron hasta el último momento.

Gracias a Chamuco Producciones por hacer posible esta misa impía del metal y facilitar un evento que, sin duda, quedará en la memoria de quienes fueron parte de este culto sonoro.

DOGMA no solo cerró su gira, confirmó que su propuesta ha llegado para quedarse.

Porque como ellas mismas lo dicen:

“DOGMA is what you want it to be. A cult, a sect, a secret society, a band, a musical, a documentary… You decide what we are. We demand only one thing: to be part of your new life.”